Desde hace no muchos años, cada 24 de marzo nos encontramos con algo nuevo, eso que los días siguientes comentamos con los amigos y compañeros. Este año no fue la excepción, y uno de esos temas fue la enorme cantidad de personas, especialmente pibes y pibas, que colmaron la marcha, recordando a los 30.000 compañeros que son hoy nuestra bandera.
Llegamos temprano, y nos acoplamos con todos los compañeros de La Cámpora, con la custodia de Evita desde la fachada del Ministerio de Desarrollo Social. Nuestra bandera de Malvinas encabezaba la columna. Ya temprano se avisoraba una enorme convocatoria, que se fue haciendo patente con las horas que pasaban, hasta que finalmente comenzamos a avanzar sobre la 9 de Julio primero, y la Avenida de Mayo luego.
A medida que íbamos avanzando por Avenida de Mayo, encerrados por el "gallinero" puesto por el infame Jefe de Gobierno, descubríamos las caras de viejos y no tan viejos, que profundamente emocionados, y con lágrimas en los ojos, nos miraban y nos decían mil palabras silenciosas, que entendíamos con solo devolverles la mirada: "yo estuve ahí" "son nuestra esperanza" "fuerza pibes" "denle fuerza a Cristina" "ustedes son la memoria viva de nuestros compañeros" "gracias Néstor".
Finalmente, entramos a la plaza, y nos encontramos con muchos compañeros de otras organizaciones, viejos amigos, familia, y todo ese conjunto tan diverso de personas e identidades que conforma la movilización del 24 de marzo.
Este año, además de la multitud y además de las miradas emocionadas, hubo una novedad que se plasmó en forma de consigna.
Nunca Más dictaduras militares, Nunca Más complicidad civil: los grupos económicos TAMBIÉN fueron la dictadura.
Memoria, Verdad, Justicia, Democracia y Soberanía.
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