Al día de hoy los estudiantes universitarios argentinos no contamos
con la representación de un gremio nacional que avance sobre conquistas
en relación al bienestar de los estudiantes, que piense un nuevo
proyecto educativo y que sea participativo y democrático. Esto sucede
porque desde hace 30 años esta herramienta viene vaciándose por parte de
una fuerza política a la que no le importan los estudiantes ni tiene
vocación de mayoría, y que sólo usa la FUA para sus negocios.
En el marco de la crisis financiera global y de conflicto entre las
grandes corporaciones, la región latinoamericana ha sabido posicionarse
aprovechando una oportunidad histórica que nos permite surgir como un
fuerte bloque regional.
Argentina y Latinoamérica están viviendo un cambio de época expresado
en grandes hechos de recuperación de soberanía como la nacionalización
de YPF, la democratización de los medios de comunicación, la
recuperación del trabajo y la industria, la revalorización de nuestra
historia y de los Derechos Humanos y la administración de las
jubilaciones por parte del Estado, que dan cuenta de los cambios
estructurales que se dan en todos los ámbitos.
Este nuevo momento histórico y la emergencia de proyectos populares
antagónicos al neoliberalismo es acompañado por el fortalecimiento del
movimiento estudiantil de toda América latina. Sin embargo, nuestra
Federación Argentina en las últimas décadas ha sido expresión de la
desmovilización del movimiento estudiantil y de la complicidad con las
corporaciones económicas que fue necesaria para que se impulsara en
nuestro país un sistema educativo excluyente y elitista durante los años
’90.
Desde el año 2003 las mayoría de los argentinos hemos decido avanzar,
organizándonos, en un proyecto político, económico, cultural y social
de inclusión y soberanía nacional, mientras que esta Federación sigue
siendo expresión del momento histórico superado evidenciándose en su
negativa a reconocer y acompañar los avances que, particularmente en
materia educativa, se han producido, llevando a cabo profundas
transformaciones que se manifiestan en la construcción de nueve
universidades nacionales, el aumento de un 600% del presupuesto
universitario, el fuerte incentivo a la extensión y a la investigación,
la repatriación de más de 900 científicos, el aumento categórico de los
salarios docentes, más de 200 obras de infraestructura universitaria,
más de 50.000 becas anuales y la creación de las Becas Bicentenario.
El momento nos convoca a asumir el desafío de construir nuevas formas
de representación y participación del movimiento estudiantil que sean
democráticas, transparentes, participativas y verdaderamente federales.
Estamos ante un período constituyente que invita a unirnos y
organizarnos en la diversidad para fundar una nueva institucionalidad
que nos represente a todos.
Esto surge de la necesidad de volver a construir una federación
nacional como herramienta política y gremial de los estudiantes
universitarios, no para una expresión política determinada, sino para
todos los que tengan vocación democrática y participativa.
Por ello nos proponemos el siguiente plan de acción para construir
una nueva Federación Estudiantil Universitaria participativa y
democrática:
1) En esta nueva Federación que hoy nos convoca, la democracia es la primera necesidad por lo que la redacción de un Estatuto claro y público que
establezca las normas en cuanto a sus fines, objetivos, derechos,
deberes, acciones y proceso eleccionario, es imprescindible para conocer
desde el inicio reglas juego claras con las que todos podamos contar.
2) Se formalizarán todos los centros de estudiantes ya existentes y se normalizarán los que estén en proceso de formación para
que celebren elecciones democráticas. El centro de estudiantes es la
herramienta gremial más cercana al estudiante y las que más necesita,
por ser un derecho es una parte indispensable en la universidad.
3) Se llevará a cabo la creación de un órgano interno de la
federación que tenga por meta el reconocimiento y registro de todos los
centros de estudiantes del país, y la certificación y validación de todas las actas de las elecciones de los mismos.
4) A su vez, se avanzará en la pronta normalización de las 27
federaciones de universidades nacionales que hoy no están normalizadas y por lo tanto se encuentran subrepresentadas y, entre ellas, las nueve creadas desde el 2003 a la fecha. Ninguna federación debe ser desconocida porque eso significaría desconocer a los estudiantes que ella representa.
5) Por otro lado esta federación del cambio de época debe
visibilizarse más para dejar de ser un organismo accesible sólo a los
partidos políticos. El estudiante debe saber que existe y que puede
acudir a ella. Es necesario crear, entonces, las sedes sociales de la nueva FUA en cada universidad nacional. En
este sentido el nuevo gremio va a ser participativo porque el
estudiante puede recurrir a él cuando tenga un reclamo o una idea
concreta.
Estas son las ideas fundamentales para la creación de una nueva
federación estudiantil universitaria. Aún así hay que expresar que la
federación debe participar de los ámbitos de cooperación
internacional con los gremios de estudiantes latinoamericanos, debe
generar encuentros nacionales de los centros de estudiantes, debe
expresarse cuando la realidad argentina, de la región o mundial así lo
requieran y debe tener una relación de intercambio constante con los
representantes del Estado en materia de educación superior para
transmitir las necesidades de los estudiantes argentinos.
Creemos fuertemente que es posible llevar adelante este hecho
histórico para la universidad pública argentina, los nuevos tiempos
necesitan de nuevas ideas y paradigmas en función de los requerimientos
propios de la época.
Convocamos al conjunto organizaciones políticas, centros de
estudiantes, federaciones y a los estudiantes en general a participar de
este proceso fundacional de una nueva federación participativa y
democrática.
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