miércoles, 18 de julio de 2012

Festival Japiro: Una forma de resistencia

Eran claras las diferencias. Por un lado, una embajada vallada y distanciada de la realidad, semanas atrás habíamos pasado para invitar a la feria de la patria grande que realizamos en Sociales, pero que ahora se notó despojada de toda esperanza que tuvo, despojada hasta de las fotos del gran Solano López, sólo pancartas pidiendo por Lugo. Por el otro lado, vimos arrimarse a la biblioteca nacional a un grupo de hermanos paraguayos a pronunciarse al aire libre contra el pisoteo de sus derechos.

Esto no es más que la realidad de gran parte de la comunidad Paraguaya que se ve en un punto de quiebre en su orgullo, en su más preciado derecho: el vivir en democracia. Ellos saben que les usurparon su esperanza y por eso actúan de las formas más creativas para mostrar su enfado, el surgimiento de un festival llamado Japiro que simboliza un grito de hartazgo que junta años de impotencia y bronca.

Se buscó un festival basado en la expresión de las  personas, desde bandas como Almatierra, Perros de Nadie, Compadres del Horizonte, Semilla Sonajer, entre otras, hasta ya el característico micrófono abierto que abarcó a jóvenes, adultos y ancianos que alertaron sobre la vuelta de la corrupción, sobre los convenios con transnacionales por parte del gobierno ilegítimo de Federico Franco, sobre el gran peligro que conlleva este golpe parlamentario al proceso de integración que lleva adelante América Latina. 

Pero el festival no fue solamente eso, principalmente se escucharon voces de aliento y fuerza en este proceso de resistencia pacífica. En eso es en donde recidió su fuerza.

En la parte cultural, se llevó a cabo un mural a cargo de Ezequiel Carloni y Laura Requejo que representaba la lucha del pueblo paraguayo a lo largo de su historia, además de la poesía recitada en la voz de Mariano Dubin.
Todo esto fue una expresión unánime de fuerza y lucha, porque algo que se veía en el ambiente era mucha convicción por devolver al Paraguay el proceso de cambio que tantas vidas costó.



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