jueves, 6 de septiembre de 2012

Sobre los que hablan de democracia pero no la ejercen



Sobre aquellos que hablan de democracia pero no la ejercen.

En la sesión del Consejo Directivo del último martes 4/9, las agrupaciones de izquierda y El Empuje/La Mella movilizaron alrededor de 40 militantes para impedir, de forma autoritaria y sin vocación de debate, el funcionamiento de ese órgano, cuyos integrantes son elegidos democráticamente en representación de los estudiantes, graduados y docentes a través del voto. Los mismos que hablan de democratización, se cagan en la democracia, cuando lo que se decide democráticamente no les gusta.

Que no sesione el Consejo Directivo implica que no se realicen concursos, que no se puedan designar nuevos docentes y por ende no cobren el salario que les corresponde, que no se pueda avanzar sobre proyectos de extensión universitaria, acuerdos con otras universidades, entre otras cosas que hacen al funcionamiento diario de nuestra facultad. Y en nuestro caso, esto significa que los proyectos que hemos presentado en el consejo y que venimos impulsando para ampliar los derechos estudiantiles y mejorar la calidad académica e institucional, tarea que constituye nuestra responsabilidad frente a la confianza que nos han otorgado a través del voto, no puedan ser tratados.

La Reforma de Trabajo Social y la raíz del conflicto: otro desconocimiento a la voluntad de las mayorías.

Hace 10 años comenzó un proceso institucional de reforma del plan de estudios de Trabajo Social. Este demando muchísimo trabajo, discusiones, intercambio con carreras de otras universidades, foros públicos con docentes estudiantes y graduados, trabajo en las cátedras, su paso por la junta de carrera donde se aprobó por 11 votos contra 4, y finalmente su llegada al Consejo Directivo donde se trabajó en 4 reuniones de comisión de enseñanza, durante 2 meses. No se alcanza a resumir en un párrafo 10 años de trabajo: el trabajo y su legitimidad en los órganos de consulta y cogobierno, como la Junta de Carrera y el Consejo Directivo, hablan por sí mismos.
Hace poco más de un año algunas agrupaciones de izquierda conformaron el Espacio Abierto de Trabajo Social, con el objetivo de impedir la reforma del plan de estudios. Sus participaciones en los diferentes ámbitos donde se discutió la reforma apuntaban a evitar su aprobación, principalmente acusando a la dirección de la carrera de llevar a cabo una reforma “nacional y popular”. La prepotencia de este Espacio, llego al punto de insultar muy cobardemente a la vicedecana de esta Facultad, Adriana Clemente, por su condición de ex detenida-desaparecida, el día en que la Junta de la Carrera aprobó la reforma. En esa ocasión, también intentaron a través de la violencia evitar la votación, a pesar de que se habían incorporado varias de sus propuestas al texto definitivo, lo que motivo una declaración de las direcciones de las cuatro carreras restantes instando a respetar los mecanismos institucionales democráticos de nuestra facultad, y rechazando su descalificación y desconocimiento.

Asambleas sin estudiantes, doble moral y estética de lucha: despolitización

Para legitimar la “toma” del Consejo, lo votaron en la asamblea, a donde solo concurren militantes, porque es un ámbito donde no se puede disentir. Es decir: como no pueden ganar con los votos en elecciones obligatorias la representación legítima de los estudiantes, graduados y docentes, pretenden imponer su voluntada través de la fuerza, con la violencia. Para justificar esta actitud antidemocrática y autoritaria, la disfrazan de lucha. Pero no parecen tener la misma actitud contra el rectorado, cuando el Consejo Superior de la UBA cesantea docentes: ahí sí permitieron sesionar, y que más de 150 docentes dejen de cobrar en agosto, a pesar de que la izquierda nucleada en el Espacio Abierto es la mayoría estudiantil en el Consejo Superior. Esta doble moral, estos métodos autoritarios,deprimen la discusión política, el debate de ideas, banalizan la militancia universitaria y despolitizan a los estudiantes

Nuestra tarea: cumplir con la obligación de representar al conjunto de los estudiantes.

Vivimos una etapa democrática en nuestro país sin precedentes. Tenemos un gobierno que impulsa la participación política, que plantea la posibilidad devotar desde los 16 años, y el voto de extranjeros. Mientras que hace 10 años el discurso dominante era xenófobo y discriminador, hoy estamos más hermanados que nunca con nuestra región. Nunca hubo tanta libertad de expresión: tanto por las discusiones surgidas de la ley de medios, como por la decisión política del Estado Nacional de garantizarla, incluso a aquellos que se dedican a manipular constantemente la información para defender sus privilegios. Sin embargo no creemos que todos los estudiantes deban ser kirchneristas, porque creemos en la pluralidad; no se trata de kirchnerizar, sino de ampliar la participación politica, la discusión, la fortaleza de la politica y del pueblo por sobre las corporaciones.
Frente a cada intento de las sectas de izquierda por reducir la participación estudiantil, estancar la discusión política, cagarse en las elecciones, y sostener una estética de lucha que encierra sus propias mezquindades e incapacidades para transformar la realidad, los estudiantes que integramos las agrupaciones firmantes vamos a responder con mas política, menos sectarismo, mas discusión, mas trabajo y mas propuestas, porque militamos por un país y por una universidad que se transforme constantemente en función de la justicia social, porque no estamos para cuidarle el kiosco a nadie, y a los únicos que les debemos lealtad, además de a nuestra Patria, es a los estudiantes, tanto a los que llegan a la universidad como a los que aun no llegan, porque la verdadera transformación es lograr que aquellos pibes que ni conciben la idea de ir a la universidad, o que les cuesta llegar, puedan acceder a la misma, graduarse, y poder tener un proyecto de vidaLo demás son solamente expresiones de la mezquindad de quienes viven adentro de un edificio universitario ajenos a lo que sucede en nuestro país y en Latinoamérica, y ajenos a lo que piensan aquellos que no se someten a los dogmas de sus dirigentes.
Vamos por la reforma de Trabajo Social, fruto de 10 años de trabajo y discusión, aprobada en junta de carrera, y aprobada en comisión de enseñanza. Pero también vamos por la discusión de todas las carreras, porque son muchas las demandas de los estudiantes que tenemos mucho que opinar sobre cómo somos formados, para que, y para cuando: animémonos a darlas.

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