lunes, 4 de julio de 2011

Lo que hicimos, sólo es el comienzo

Dos mil once se puede escribir así, o así: 2011; también así: MMXI. El ingenio popular invento un 2011 que es también Néstor, visible en muchas paredes de Buenos Aires. De cualquier manera que se escriba, 2011 no es un año más. Hace algunos años que Argentina parece estar escribiendo constantemente una historia sorprendente, con idas y venidas, tragedias y epopeyas, vueltas, festejos y duelos, todo enmarcado en una disputa cada vez más amplia por el país en que queremos vivir. Esa disputa no acepta indiferentes, porque toca cada dimensión de la vida. Desde la posibilidad de expresarse, hasta la mejora de nuestros salarios y condiciones laborales; desde el derecho a tener una infancia plena, hasta el derecho a jubilarse dignamente; desde el modelo productivo hasta la unión con los pueblos latinoamericanos. Y es en cada dimensión particular que nos toca donde muchos, cada vez más, elegimos hacer práctica esa disputa. Lisa y llanamente: militancia.

Sociales es nuestra facultad y nuestro territorio de militancia. Y lo es porque elegimos alguna de las 5 carreras que conforman esta facultad. Es decir: somos estudiantes de sociales, a quienes el momento histórico que vive la argentina empujó a hacerse cargo de la responsabilidad de sostener y apuntalar un proyecto de país en el que no solo creemos sino que construimos colectivamente día a día. Otros lo hacen desde el colegio, otros desde los barrios, otros desde los sindicatos, organizaciones sociales, mutuales, comedores, y demás. Pero al ser la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA nuestra particularidad militante, nos toca discutir, además del modelo de país, que facultad queremos, y consecuentemente que universidad queremos. Y creemos que esa no es una discusión solo de universitarios, sino de toda la sociedad, primero porque la educación pública la sostiene todo el pueblo, pero además porque quienes salen de allí influyen pasan por la vida de todos, cuando nos atiende un médico, nos asesora un abogado, un arquitecto diseña nuestra casa, un trabajador social ayuda a resolver un problema, o un cientista social nos entrevista investigando algún fenómeno.

La primera mitad del año nos encontró generando ámbitos de discusión académica, de expresión cultural, de visibilización de problemáticas sociales generalmente invisibilizadas, y de debate de actualidad, que dan cuenta de nuestra mirada sobre la educación superior. Cabe destacar entre ellas la discusión sobre el peronismo, cuyo abordaje en sociales es muy limitado y sesgado al punto de no utilizar fuentes primarias para su estudio; la discusión sobre el pensamiento nacional, rescatando a muchos autores nacionales invisibilizados por la academia garante de la colonización pedagógica; el abordaje a través de los protagonistas de la cuestión de la sexualidad y la discapacidad; entre otras.

Entendemos que la formación que nos brinda la universidad pública no puede tener otro destino que el abordaje de las distintas problemáticas que existen en nuestro país, y de las que van a surgir.
Vivimos un proceso democrático de desarrollo económico y social que a medida que va resolviendo problemas ve surgir nuevos, y es en ese constante devenir donde creemos que los universitarios tenemos que cumplir un rol clave a la hora de abordar esas problemáticas, las existentes y las que surjan. En cada discurso nuestra presidenta remarca la importancia de la ciencia y el conocimiento para el desarrollo, y lo transforma en hechos cuando vemos que existen un Ministerio de Ciencia y Tecnología, un CONICET revitalizado, un INVAP que construye satélites, una CNEA que fabrica reactores nucleares, un INTA que apuntala el desarrollo agrícola, un INTI que colabora con el desarrollo de la industria nacional, y un presupuesto educativo record, que se complementa con las netbooks para estudiantes y docentes secundarios y el desarrollo de la Televisión Digital, que son condición de posibilidad para que cada vez mas pibes entren a la universidad y desde allí se generen más y mejores oportunidades para todos.

En los próximos meses esa disputa que atraviesa todos los aspectos de nuestra vida se va a poner a consideración de la sociedad. En sociales, optamos entre la universidad isla que sostiene la izquierda, aislada de todo lo que pasa a su alrededor, y  una universidad integrada a la nación, no a un gobierno sino a un país, desarrollando conocimiento crítico en función del desarrollo y el combate a la injusticia social. En la ciudad, elegimos entre el gobierno de los empresarios que encarna Macri, y el proyecto de ciudad inclusiva, con Estado presente, productiva, con espacio para la juventud, que encarnan Filmus, Tomada y Cabandié. Y finalmente, vamos a decidir la continuidad del proyecto nacional que encabezo Néstor Kirchner, y hoy encarna Cristina,  para seguir elevando el piso de discusiones que rigen la vida política nacional. Porque si hoy los genocidas son juzgados, los homosexuales conquistan derechos en igualdad con los heterosexuales, los monopolios mediáticos perdieron su legitimidad, si los pibes pobres cobran una asignación mensual, si mas del 90% de los viejos cobran una jubilación, y si estamos en un 7,3% de desocupación, con un país que crece sin parar, gracias a haber echado al FMI de nuestro país; porque si hoy la discusión es si corresponde que los salarios aumenten un 25% o un 35%, es que nuestro país saldo muchísimas deudas que tenia, y ahora se trata de construir para adelante, de seguir avanzando. De profundizar el proyecto nacional. Porque no sólo estamos con Cristina, sino que Cristina está con nosotros, con vos, con todos, es que vos también tenes que ser parte de este proyecto. Las puertas están siempre abiertas.

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