Los levantamientos populares en las principales ciudades de Egipto (El Cairo, Alejandría, Suez) en contra del presidente de facto Mubarak, demostraron algunas fisuras en el interior de la propia sociedad egipcia y en el mundo árabe. Resulta interesante poner sobre la mesa algunos factores históricos, económicos y políticos para dar cuenta del panorama de la región, caracterizado por un quiebre de sus regímenes políticos ocurridos desde la situación política de Túnez, que implicó el derrocamiento de su presidente Ben Ali. Además, los actuales conflictos en Egipto tuvieron un efecto contagio en las naciones árabes de Yemen y Jordania, donde se impulsaron mecanismos constitucionales para evitar que se produjeran caos sociales. Cabe aclarar que estos regímenes funcionan de una manera antidemocrática porque persiguen a opositores, tienen denuncias de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, utilizan el fraude para alterar cualquier resultado del voto popular y rechazan la participacion de partidos políticos. Nunca en sus treinta años de presidencia estableció Mubarak canales institucionales para incorporar al llamado movimiento de los “Hermanos Musulmanes” al poder; más bien se limitó a denunciarlo como una formación política violenta.
Por otro lado, la historia política de Egipto esta atravesada por tres procesos fundamentales: la invasión del Imperio Británico, el nacionalismo de Nasser y la crisis del petróleo. En “Política Británica en el Rio de
El golpe de estado de 1952, realizado por la organización de oficiales libres –que tenía como miembro a Gamal Abdel Nasser- marcó un hito histórico en la política interna de Egipto porque terminó con la monarquía de Faruq y confrontó con los imperios de Gran Bretaña y Francia. También, el liderazgo nacionalista y populista de Nasser, junto con Tito y Perón provocaron un reposicionamiento de Egipto junto a otras naciones árabes y del mundo desarrollado en el campo de las relaciones internacionales con la denominada “tercera posición”, con el objetivo de ser una vía alternativa al capitalismo americano y al centralismo burocrático de
La medida más importante de Nasser fue la nacionalización del Canal de Suez que derivó en un fuerte rechazo de Francia y Gran Bretaña ya que afectaron sus intereses económicos en la zona. El resultado fue la denominada guerra del Sinai entre Egipto y estas dos potencias europeas –principales accionistas del canal de Suez- e Israel como aliado que había sido reconocido como Estado junto a Palestina a través de un reconocimiento de las Naciones Unidas y fortalecido por la victoria en la guerra con los Estados Árabes -1948- entre los cuales estaba Egipto. En este conflicto bélico, Israel tenia el objetivo de lograr fronteras territoriales seguras mediante la ocupación militar de la franja de Gaza y el canal de Suez, debido a la conflictividad política latente con los países árabes limítrofes, mientras que las potencias europeas apuntaban a una mediación para recuperar el control del canal. La consecuencia fundamental de este enfrentamiento fue la siguiente: Francia e Inglaterra abandonaron sus pretensiones sobre el canal junto a Israel por las fuertes presiones de
De todas formas, las tensiones políticas volvieron en
Esta configuración político-territorial del Medio Oriente por medio de sucesivos conflictos bélicos, generó dos trasformaciones fundamentales en el orden global: la irrupción de Estados Unidos en carácter de potencia mundial debido al fin de la guerra fría y el constante estado de guerra entre las naciones árabes y el Estado de Israel.
Egipto tuvo un rol preponderante para encontrar una solución, ya que firmó un tratado de paz duradera con Israel -1978- aunque las naciones árabes y algunos sectores militares egipcios rechazaron su contenido que redefinía la lógica política del Mundo Árabe con Israel. El escenario político en Medio Oriente cobró una nueva forma porque el Estado egipcio junto a otras naciones árabes ingresa al esquema de alianzas de las potencias occidentales y el conflicto étnico-político adquiere otra dinámica. En este sentido, los países integrantes de
El estallido de la primera crisis del petróleo -1973- implicó un aumento en los precios de exportación de las naciones aglomeradas en
Por otro lado, la famosa Intimada -1987- entre palestinos e Israelíes demostraba la aparición de un nuevo tipo de formas de enfrentamiento en la región, mientras que los conflictos bélicos intraestados árabes ocurrieron por la creciente relevancia del petróleo en la economía mundial. No obstante, la gravitación de los Estados Unidos en la política exterior conllevó alianzas con países árabes para favorecer sus intereses imperialistas a costa de hacer peligrar el equilibrio geopolítico del Medio Oriente. De todas formas, la política exterior de Egipto, liderada por su presidente Mubarak, tuvo una clara correspondencia con esta lógica política impuesta de garantizar un cierto status quo que beneficiara al gigante del norte y Europa. Además, muchas naciones árabes como Arabia Saudita, Yemen, Túnez y Kuwait mantuvieron una política similar a la de Mubarak.
Las recientes manifestaciones populares ocasionaron la destitución de Hosni Mubarak debido a las razones políticas, económicas y religiosas esbozadas por los distintos Medios de Comunicación nacionales e internacionales, que tienen sus distintos intereses empresariales. Durante diez días de protesta, los distintos sectores sociales han venido pidiendo elecciones para la instalación de un presidente surgido del voto popular. Sin embargo, Estados Unidos e Israel temen el surgimiento de un régimen político islamista radical, liderado por el movimiento de los Hermanos Musulmanes con posibles alianzas hacia Irán o un gobierno de corte nacionalista conducido por sectores del poderoso ejército egipcio, mientras que la conformación de una coalición política liderada por El Baradei, visto con buenos ojos por
Más allá de la vulnerabilidad socioeconómica de Egipto, el problema estriba en la reconstrucción del tejido social, destruido por la “gestión de Mubarak” y su posterior reinserción en la política mundial. Estos serán los próximos desafíos de los futuros gobiernos egipcios. En definitiva, como dice Antonio Gramsci, “las crisis es cuando lo viejo ya murió y lo nuevo aun no termina de nacer”. Ojalá, el nacimiento de lo nuevo dependa de la imposición de la voluntad del pueblo egipcio por sobre los espurios intereses geopolíticos de Estados Unidos.
1 comentario:
Chicxs me parece q deberian saber algo muy loco (no todas las hojas son del viento) La sobrina ñeta de videla, si el dictador cursa en la facultad, estudia ciencias de la comunicación, se llama Maria victoria Hartrige! es hija de un señor q trabaja en clarin es de esa gente q cree q en los setenta hubo una guerra... cosas raras q solo pasan en sociales
saludos
Sofia
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