martes, 15 de febrero de 2011

EGIPTO: del pasado Nasserista a los dilemas políticos del presente


Los levantamientos populares en las principales ciudades de Egipto (El Cairo, Alejandría, Suez) en contra del presidente de facto Mubarak, demostraron algunas fisuras en el interior de la propia sociedad egipcia y en el mundo árabe. Resulta interesante poner sobre la mesa algunos factores históricos, económicos y políticos para dar cuenta del panorama de la región, caracterizado por un quiebre de sus regímenes políticos ocurridos desde la situación política de Túnez, que implicó el derrocamiento de su presidente Ben Ali. Además, los actuales conflictos en Egipto tuvieron un efecto contagio en las naciones árabes de Yemen y Jordania, donde se impulsaron mecanismos constitucionales para evitar que se produjeran caos sociales. Cabe aclarar que estos regímenes funcionan de una manera antidemocrática porque persiguen a opositores, tienen denuncias de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, utilizan el fraude para alterar cualquier resultado del voto popular y rechazan la participacion de partidos políticos. Nunca en sus treinta años de presidencia estableció Mubarak canales institucionales para incorporar al llamado movimiento de los “Hermanos Musulmanes” al poder; más bien se limitó a denunciarlo como una formación política violenta.

Por otro lado, la historia política de Egipto esta atravesada por tres procesos fundamentales: la invasión del Imperio Británico, el nacionalismo de Nasser y la crisis del petróleo. En “Política Británica en el Rio de la Plata”, el maestro Scalabrini Ortiz compara la influencia anglosajona en el Rio de la Plata con la primera ocupación importante del Imperio Británico que se dio en Egipto en 1882. El Primer Ministro británico Disraeli había “negociado” pocos años antes en cuatro millones de libras con el kedive egipcio Ismael una gran parte de las acciones del canal de Suez a fin de asegurarse una influencia geopolítica sobre esa relevante vía marítima en la política mundial, ya que conecta al Mar rojo con el Mar Mediterráneo. El profesor Hasan al Bana crea en 1928 el movimiento de los Hermanos Musulmanes en la ciudad de Ismailia, ubicada en el canal de Suez, con el objetivo de lograr una recuperación del Islam dentro de un contexto político moderno. Si bien el imperio británico detentó en Egipto un control absoluto de las estructuras sociales en clara colaboración con las elites locales y el rey Faruq, los Hermanos Musulmanes obtuvieron un notable crecimiento de miembros y una expansión hacia otros países árabes.

El golpe de estado de 1952, realizado por la organización de oficiales libres –que tenía como miembro a Gamal Abdel Nasser- marcó un hito histórico en la política interna de Egipto porque terminó con la monarquía de Faruq y confrontó con los imperios de Gran Bretaña y Francia. También, el liderazgo nacionalista y populista de Nasser, junto con Tito y Perón provocaron un reposicionamiento de Egipto junto a otras naciones árabes y del mundo desarrollado en el campo de las relaciones internacionales con la denominada “tercera posición”, con el objetivo de ser una vía alternativa al capitalismo americano y al centralismo burocrático de la Unión Soviética. Sin embargo, algunos Estados del Tercer Mundo mantuvieron relaciones comerciales con sus respectivas ex metrópolis en calidad de “neocolonias”.

La medida más importante de Nasser fue la nacionalización del Canal de Suez que derivó en un fuerte rechazo de Francia y Gran Bretaña ya que afectaron sus intereses económicos en la zona. El resultado fue la denominada guerra del Sinai entre Egipto y estas dos potencias europeas –principales accionistas del canal de Suez- e Israel como aliado que había sido reconocido como Estado junto a Palestina a través de un reconocimiento de las Naciones Unidas y fortalecido por la victoria en la guerra con los Estados Árabes -1948- entre los cuales estaba Egipto. En este conflicto bélico, Israel tenia el objetivo de lograr fronteras territoriales seguras mediante la ocupación militar de la franja de Gaza y el canal de Suez, debido a la conflictividad política latente con los países árabes limítrofes, mientras que las potencias europeas apuntaban a una mediación para recuperar el control del canal. La consecuencia fundamental de este enfrentamiento fue la siguiente: Francia e Inglaterra abandonaron sus pretensiones sobre el canal junto a Israel por las fuertes presiones de la Unión Soviética, y Estados Unidos emergía como un actor político clave para el equilibrio geopolítico del Medio Oriente.

De todas formas, las tensiones políticas volvieron en la Guerra de los Seis Días y la región del Medio oriente atravesó nuevas alteraciones que agravaron las relaciones entre los países árabes limítrofes e Israel. En primer lugar, una serie de naciones árabes (Egipto, Jordania, Líbano, Siria, Irak, Sudan y Argelia) conformaron la alianza anti-israelí con la finalidad de establecer una especie de cerco a Israel, cuya respuesta fue invadir el Canal de Suez, Cisjordania y Jerusalén. No obstante, el conflicto con Palestina permaneció, siendo motivo de problemas recurrentes en la región –hasta nuestros días- y la falta de resolución de algunas consecuencias agravaron la relación en el mundo árabe-israelí. Además, la Guerra de los Seis Días tuvo una influencia directa en la Guerra del Desgaste, la batalla de Badr –Luna Llena-, la Guerra de Yom Kipur y las dos Intifadas en 1987.

Esta configuración político-territorial del Medio Oriente por medio de sucesivos conflictos bélicos, generó dos trasformaciones fundamentales en el orden global: la irrupción de Estados Unidos en carácter de potencia mundial debido al fin de la guerra fría y el constante estado de guerra entre las naciones árabes y el Estado de Israel.

Egipto tuvo un rol preponderante para encontrar una solución, ya que firmó un tratado de paz duradera con Israel -1978- aunque las naciones árabes y algunos sectores militares egipcios rechazaron su contenido que redefinía la lógica política del Mundo Árabe con Israel. El escenario político en Medio Oriente cobró una nueva forma porque el Estado egipcio junto a otras naciones árabes ingresa al esquema de alianzas de las potencias occidentales y el conflicto étnico-político adquiere otra dinámica. En este sentido, los países integrantes de la Liga Árabe decidieron excluir al régimen egipcio, aunque la habilidad política de Mubarak permitiría su vuelta a este Organismo a fines de la década del ochenta.

El estallido de la primera crisis del petróleo -1973- implicó un aumento en los precios de exportación de las naciones aglomeradas en la Organización de Países exportadores de Petróleo –OPEP- y el consiguiente incremento de divisas en los bancos de los países desarrollados. En la mitad de la década del setenta, muchas dictaduras latinoamericanas recibieron este dinero en calidad de “préstamo” que derivó en un mayor crecimiento de sus respectivas deudas externas. Esta crisis mostraba la creciente importancia del petróleo y de las naciones árabes en la economía internacional con una progresiva internacionalización del capital, nuevas modalidades de comercio mundial y el paso de un sistema fordista al “toyotismo”.

Por otro lado, la famosa Intimada -1987- entre palestinos e Israelíes demostraba la aparición de un nuevo tipo de formas de enfrentamiento en la región, mientras que los conflictos bélicos intraestados árabes ocurrieron por la creciente relevancia del petróleo en la economía mundial. No obstante, la gravitación de los Estados Unidos en la política exterior conllevó alianzas con países árabes para favorecer sus intereses imperialistas a costa de hacer peligrar el equilibrio geopolítico del Medio Oriente. De todas formas, la política exterior de Egipto, liderada por su presidente Mubarak, tuvo una clara correspondencia con esta lógica política impuesta de garantizar un cierto status quo que beneficiara al gigante del norte y Europa. Además, muchas naciones árabes como Arabia Saudita, Yemen, Túnez y Kuwait mantuvieron una política similar a la de Mubarak.

Las recientes manifestaciones populares ocasionaron la destitución de Hosni Mubarak debido a las razones políticas, económicas y religiosas esbozadas por los distintos Medios de Comunicación nacionales e internacionales, que tienen sus distintos intereses empresariales. Durante diez días de protesta, los distintos sectores sociales han venido pidiendo elecciones para la instalación de un presidente surgido del voto popular. Sin embargo, Estados Unidos e Israel temen el surgimiento de un régimen político islamista radical, liderado por el movimiento de los Hermanos Musulmanes con posibles alianzas hacia Irán o un gobierno de corte nacionalista conducido por sectores del poderoso ejército egipcio, mientras que la conformación de una coalición política liderada por El Baradei, visto con buenos ojos por la Administración Obama y las naciones Europeas, resulta bastante improbable.

Al dia de hoy las fuerzas armadas ejercen el gobierno, y preparan una reforma constitucional a ser plebiscitada por el voto popular en los próximos meses. Pero queda claro que la complejidad egipcia, y del medio oriente en general no se resuelve solamente habilitando la realización de elecciones libres.

Más allá de la vulnerabilidad socioeconómica de Egipto, el problema estriba en la reconstrucción del tejido social, destruido por la “gestión de Mubarak” y su posterior reinserción en la política mundial. Estos serán los próximos desafíos de los futuros gobiernos egipcios. En definitiva, como dice Antonio Gramsci, “las crisis es cuando lo viejo ya murió y lo nuevo aun no termina de nacer”. Ojalá, el nacimiento de lo nuevo dependa de la imposición de la voluntad del pueblo egipcio por sobre los espurios intereses geopolíticos de Estados Unidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chicxs me parece q deberian saber algo muy loco (no todas las hojas son del viento) La sobrina ñeta de videla, si el dictador cursa en la facultad, estudia ciencias de la comunicación, se llama Maria victoria Hartrige! es hija de un señor q trabaja en clarin es de esa gente q cree q en los setenta hubo una guerra... cosas raras q solo pasan en sociales
saludos
Sofia